Beato Félix Gómez Pinto Piñero

Imagen creada por ChasKa

 El Beato Félix Gómez Pinto Piñero fue un presbítero de la Orden de los Frailes Menores y mártir. Nació en La Torre de Esteban Hambrán, en la provincia de Toledo, en el año 1870.

 El 12 de mayo de 1886, vistió el hábito franciscano en Pastrana y realizó su profesión temporal el 14 de mayo de 1887. Estudió filosofía en los conventos de Pastrana y de La Puebla de Montalbán y emitió su profesión solemne en este último el 16 de mayo de 1890. Posteriormente, se trasladó al convento de Consuegra para los estudios de teología, donde cursó el primer año, y los restantes en Belmonte. Fue ordenado sacerdote el 9 de mayo de 1894.

 Fue enviado a Filipinas, donde ejerció su ministerio en la isla de Polillo. Durante la lucha por la independencia filipina, sufrió casi dieciséis años de prisión. Reemprendió la actividad apostólica en la isla de Samar. Vivió en el convento de Pastrana de 1914 a 1919. Regresó a Filipinas y trabajó en varias parroquias de Samar y en la de Bay (Laguna) hasta 1930. Su principal preocupación era hacer buenos cristianos a sus feligreses. Atendía a todo, pero cuidaba de modo especial la catequesis, la administración de sacramentos y las visitas a los enfermos.

 Volvió a España a finales de 1933 y fue destinado al convento de Pastrana, donde vivió hasta su muerte. En julio de 1936, la comunidad franciscana de Pastrana tuvo que abandonar el convento, que luego fue asaltado. Los religiosos fueron acogidos por diversas familias del pueblo. Ante el anuncio de un registro por parte de los milicianos de Madrid, el padre Félix se fue al campo y se ocultó en una choza.

 Visto en las inmediaciones de la misma el día 2 ó 3 de septiembre, fue delatado. Los jóvenes mandados a detenerlo lo llevaron al pueblo entre burlas y malos tratos, pronunciando blasfemias y conminándole a que las repitiese. Él replicaba: “¡Qué horror! ¡Matadme, pero yo eso no lo digo!”. Llegados al pueblo, el alcalde mandó que lo llevasen al antiguo convento de San Francisco, que hacía de cárcel. En la tarde del día 6, unos milicianos se presentaron en la misma y empezaron a hablar contra la religión. El padre Pinto la defendió con toda energía y terminó la discusión diciendo: “Pues yo nací creyendo en Dios, vivo creyendo en Dios, y moriré creyendo en Dios”.

 Hacia la medianoche lo sacaron de la cárcel y se lo llevaron en un coche en donde iban los milicianos y el alcalde. Por el trayecto, entre los insultos y las groserías de éstos, él musitaba oraciones. Ya en el término municipal de Hueva, provincia de Guadalajara, en un lugar cercano a la cañada llamada La Galiana, le hicieron bajar del coche y le ordenaron caminar por la carretera. Apenas se habían retirado unos metros, el alcalde y los milicianos le dispararon por la espalda. Mientras caía, aún tuvo fuerzas y espíritu para clamar: “¡Yo os perdono! ¡Viva Cristo Rey!”. Era la madrugada del 7 de septiembre de 1936. Tenía 66 años. El mismo día fue sepultado en el cementerio de Hueva y allí permaneció hasta que el 9 de octubre de 1989 fue trasladado a la iglesia franciscana de San Juan de los Reyes en Toledo.

 Fue martirizado en el territorio municipal de Hueva, provincia de Guadalajara, España, en la madrugada del 7 de septiembre de 1936. Fue beatificado durante el pontificado de Su Santidad Benedicto XVI, por el cardenal José Saraiva Martins, c.m.f., legado papal, en plaza de San Pedro del Vaticano, el 28 de octubre de 2007. Se lo celebra el 7 de septiembre.

Cruz homenaje que recuerda el lugar donde fue asesinado el Padre Pinto en el término municipal de Hueva
 
 Además, el Beato Félix Gómez Pinto Piñero fue un mártir de la persecución religiosa en España entre 1934 y 1937. Fue beatificado junto con otros 497 mártires el 28 de octubre de 2007 en Roma. Trabajó 19 años en Filipinas y de allí pasó a la custodia de Tierra Santa, para después regresar a España.
 

Texto generado por ChatGPT utilizando las fuentes:

· Héroes de ayer y hoy

· Persecución religiosa

· Archimadrid.es

· Santopedia